Garantizar un buen gobierno corporativo para asegurar el futuro a largo plazo de la organización.
El buen gobierno corporativo parece ser una condición sine qua non del éxito de las organizaciones y garantiza su longevidad. Y por una buena razón: garantiza que los poderes estén perfectamente distribuidos y que la estrategia global se aplique eficazmente, a fin de garantizar el rendimiento de la entidad y generar el máximo valor. Todo ello en estricto cumplimiento de la normativa vigente.
Pero el gobierno corporativo ha evolucionado en los últimos años, de modo que ya no sirve únicamente a los intereses de los accionistas. Ahora se tienen en cuenta los intereses de todas las partes interesadas.
Entonces, ¿qué aspecto tiene hoy y cómo definimos el concepto? ¿Cuáles son los principios del gobierno corporativo? ¿Cómo garantizar su eficacia y con qué herramientas?
Estas son algunas de las cuestiones que abordaremos en este artículo.
¿Cómo se define el gobierno corporativo?
¿Qué es el gobierno corporativo?
El gobierno corporativo, también conocido como gobernanza empresarial, se define como un sistema desplegado con el objetivo de dirigir y controlar la empresa de la manera más óptima, protegiendo al mismo tiempo los intereses de las partes interesadas.
Se basa en :
- los procesos y normas que rigen nuestro trabajo
- pero también en los valores y la cultura de la empresa.
La gobernanza organizativa es el sistema por el que una organización toma decisiones y las aplica para alcanzar sus objetivos.
Idealmente, el gobierno corporativo implica a varios actores o partes interesadas, tanto internas como externas, con vistas a lograr una mejor distribución del poder. Aunque el concepto se desarrolló en el contexto de la protección de los derechos e intereses de los accionistas, hoy en día también afecta a :
- los empleados
- los proveedores
- clientes
- bancos, etc.
Algunos expertos van más allá y afirman que el gobierno corporativo debe adoptar una visión más holística, considerando todos los componentes que repercuten en la entidad y en el mundo laboral en general, como las cuestiones medioambientales.
☝️ El gobierno corporativo no es sólo patrimonio de las grandes empresas. De hecho, se recomienda que las organizaciones de todos los tamaños desarrollen un enfoque de gobierno eficaz para mejorar su rendimiento.
Diferencias entre gobierno corporativo y gestión empresarial
El gobierno corporativo no debe confundirse con la gestión empresarial. Aunque ambos conceptos son complementarios, no dejan de ser distintos.
He aquí un cuadro que resume sus principales diferencias:
Gobierno corporativo | Gestión empresarial | |
Definición | El gobierno corporativo se refiere a las estructuras, procesos y mecanismos mediante los cuales se dirige y controla una empresa. | La gestión empresarial se refiere a las operaciones cotidianas y la administración de la empresa para alcanzar sus objetivos. |
Objetivos | Su objetivo es garantizar la transparencia, la responsabilidad y la equidad en la toma de decisiones dentro de la empresa. | Su objetivo es dirigir las operaciones y los recursos de la empresa para maximizar el rendimiento y la rentabilidad. |
Actores clave | Implica al CODIR, a los accionistas y, a veces, a otras partes interesadas. | Implica a la dirección ejecutiva, como directores y gerentes. |
Funciones clave |
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¿Cuáles son los principios del buen gobierno corporativo?
El gobierno corporativo se basa en principios universalmente reconocidos, pilares que refuerzan su solidez.
Estos principios varían considerablemente de una fuente a otra, pero he aquí los principales, que encontramos en particular en un modelo de gobierno asociativo (volveremos sobre este concepto más adelante):
- La independencia de los administradores: este principio garantiza la libertad del consejo de administración con el fin de velar plenamente por el bien y los intereses de la empresa... y no sólo por los de los ejecutivos.
- Integridad: la integridad de la organización se aplica no sólo al cumplimiento de la ley y la normativa, sino también a otros factores como la seguridad de los empleados.
- Rendición de cuentas: en la medida en que el gobierno corporativo sirve a los intereses de todas las partes interesadas, exige "rendir cuentas" ante todas ellas, no sólo ante los accionistas.
- Planificación estratégica: implica cuestionar constantemente la estrategia prevista y supervisar las medidas adoptadas para aplicarla con la mayor eficacia posible.
- Transparencia: una comunicación óptima, que garantice la máxima transparencia, es una de las claves de la gobernanza empresarial. Ya no se dirige únicamente a los accionistas, sino a todas las partes interesadas, tanto internas como externas.
- Equidad y equilibrio: estos principios promueven la diversidad y la paridad dentro de la empresa, incluso en los niveles más altos (equilibrio de género, por ejemplo). Además, los directivos deben ser seleccionados por sus competencias y su capacidad para representar mejor a las partes interesadas... y no por motivos personales.
- Respeto del medio ambiente: el medio ambiente es hoy un tema de primer orden para las empresas. Tanto por razones legislativas como éticas, el gobierno corporativo debe incluir en su ámbito de aplicación el respeto por el desarrollo sostenible.
- Flexibilidad: los principios enunciados, pero también la aplicación del gobierno corporativo, deben adaptarse a cada estructura para ganar en pertinencia. No se gobierna de la misma manera una gran empresa internacional que una pequeña VSE local.
¿Cuáles son los principales tipos de gobierno corporativo?
Tradicionalmente, existen dos tipos de gobierno corporativo.
Gobierno de los accionistas
El gobierno de los accionistas, también conocido como modelo accionarial, define la norma imperante.
Más concretamente, consiste en dar prioridad a los intereses de los accionistas, ofreciéndoles el control de las acciones emprendidas por la empresa y favoreciendo el equilibrio entre accionistas y directivos.
La gobernanza de los socios
La gobernanza de asociación, también conocida como el modelo de las partes interesadas, es el tipo de gobernanza más popular en la actualidad. Tiene en cuenta a todas las partes interesadas y sus intereses.
En otras palabras, la estrategia ya no se rige únicamente por la rentabilidad y el aumento de la riqueza de los accionistas. El valor generado por la entidad adquiere un significado más amplio, incorporando otros elementos como los consumidores y el medio ambiente.
¿Quiénes son los actores del gobierno corporativo?
Aunque el gobierno corporativo implica tener en cuenta a todas las partes interesadas, algunos actores tienen una mayor responsabilidad en la consecución de los objetivos de la organización.
Por ello, el gobierno corporativo se estructura en gran medida en torno al Comité Ejecutivo, o CODIR.
Tradicionalmente, este órgano está formado por el Consejero Delegado, junto con representantes de los departamentos de la empresa (en particular, directores o gerentes de departamento). ¿El objetivo de este órgano? Tomar decisiones estratégicas y supervisar los indicadores de rendimiento para mejorar la eficacia global de la entidad.
☝️ Tenga en cuenta que hay otros órganos que desempeñan un papel importante en el gobierno corporativo. Entre ellos figuran
- El COMEX, o Comité Ejecutivo: sus funciones son similares a las del Comité de Dirección y asiste al CEO. Sin embargo, suele reunirse en grupos más reducidos.
- El COPIL, o Comité de Dirección: este órgano tiene un papel más operativo en la ejecución de los objetivos generales, y opera en el marco de los grandes proyectos de la empresa.
- El COMOP, o Comité Operativo: es similar al anterior. En algunas grandes empresas, puede encargarse de aplicar las decisiones del COPIL.
Retos y objetivos del gobierno corporativo
Mejorar el crecimiento y el rendimiento
Aunque el gobierno corporativo adquiere ahora un carácter más holístico y ya no se centra únicamente en el aumento de la riqueza, el rendimiento de la organización sigue siendo un reto importante, aunque sólo sea para garantizar su supervivencia a largo plazo.
El gobierno corporativo proporciona un marco a las acciones emprendidas a nivel operativo para alcanzar los objetivos definidos por la estrategia global. Al mismo tiempo, garantiza el seguimiento de estas acciones, así como la forma en que se llevan a cabo y quién las lleva a cabo.
👉 En última instancia, este enfoque contribuye a garantizar el crecimiento y la longevidad de la empresa.
Mayor credibilidad y confianza
Mantener una buena imagen entre las distintas partes interesadas también es un reto para las empresas de hoy en día.
Puesto que la buena gobernanza conduce a una mayor rentabilidad y transparencia, ayuda a crear credibilidad ante posibles inversores, compradores, prestamistas, etc.
Además, al tener en cuenta intereses distintos de sus propios beneficios financieros, como los componentes sociales y medioambientales, la organización desarrolla una mejor imagen:
- Ante los consumidores, que confían más en ella,
- ante los empleados, que están más dispuestos a invertir en sus tareas cuando sus beneficios entran en la ecuación. Además, esto tiende a mejorar la marca empleador de la empresa, lo que a largo plazo impulsa la productividad de los empleados.
Distribución del poder
El mundo laboral ha cambiado radicalmente en los últimos años. Con el auge de nuevas prácticas como la gestión participativa y la desaparición de los silos, todas las partes interesadas participan directa o indirectamente en esta gobernanza.
En consecuencia, la distribución del poder se ha vuelto más compleja. Internamente, se trata de determinar la mejor manera de tomar decisiones, fomentar la consulta, definir prácticas óptimas de gestión, etc.
Al mismo tiempo, las empresas deben tener en cuenta que ahora todos los actores tienen un impacto sobre ellas, incluso los externos. Pensemos, por ejemplo, en la creciente influencia de las opiniones de los clientes o de los protagonistas del medio ambiente.
Cumplimiento de la normativa y los códigos de gobierno corporativo
La mejora del rendimiento global debe hacerse de acuerdo con la ley y los estatutos de la empresa. La actuación de las empresas sigue estando muy regulada y la normativa evoluciona constantemente. Todos estos factores deben tenerse en cuenta, y con la máxima seriedad, para evitar abusos y aumentar la confianza de todas las partes interesadas.
Por otra parte, aunque las normas de gobernanza como tales no están reconocidas por textos reglamentarios o legislativos, existen códigos que sirven de marco a las organizaciones cuyos títulos financieros cotizan en bolsa:
- el código AFEP-MEDEF: adoptado por la casi totalidad de las sociedades SBF 120, contiene una serie de recomendaciones relativas al gobierno corporativo, en particular en materia de remuneración de los administradores ejecutivos y no ejecutivos.
- el código Middlenext: se dirige a las empresas cotizadas más pequeñas. Proporciona orientación sobre el cumplimiento de las normas y reglamentos, así como consejos sobre cómo mejorar la eficiencia y la competitividad.
Creación de valor
La creación de valor sigue siendo el objetivo último del buen gobierno corporativo.
Pero esta noción debe entenderse en sentido amplio. Aunque incluye el valor financiero, enriquecer a los accionistas o a los directivos ya no es la única prioridad. La gobernanza adopta ahora un enfoque más global, en particular para recuperar la confianza de los consumidores, sacudida en los últimos años por repetidos escándalos.
En consecuencia, ahora se ocupa de la dimensión humana, y las organizaciones necesitan reconocer el valor aportado por cada parte interesada, en particular los empleados, para establecer su solidez y credibilidad.
¿Cómo implantar un gobierno corporativo eficaz?
Determinar la estrategia a largo plazo
El gobierno corporativo implica desarrollar una estrategia sólida, respaldada por su misión y su visión a largo plazo.
Para ello, las organizaciones deben basarse en una serie de factores:
- sus valores, que deben ser comprendidos por todos los implicados para que puedan apoyarlos en el día a día,
- el entorno y el mercado
- la satisfacción de todas las partes interesadas, etc.
Definir un marco y unas reglas
Un buen gobierno corporativo implica definir las reglas que rigen la organización, los recursos y el marco establecido para garantizar que las acciones sean eficaces y conformes.
En otras palabras, hay que saber exactamente quién hace qué y cómo, tanto desde el punto de vista de la toma de decisiones como desde el punto de vista operativo.
Garantizar la alineación estratégica
La alineación estratégica define la organización y las acciones desplegadas para garantizar que la parte operativa actúe de acuerdo con :
- la estrategia global
- los procesos, marcos y distribución de poderes previamente establecidos.
☝️ Esta operación consiste en encontrar un equilibrio entre la consecución de los objetivos de la entidad en función de los recursos financieros y humanos disponibles.
Actividades de control
La alineación estratégica requiere operaciones de control. Por tanto, las empresas :
- realizar un seguimiento preciso de sus resultados
- detectar posibles anomalías, riesgos futuros o áreas de mejora, con el fin de adoptar medidas correctoras.
De hecho, uno de los principios fundamentales del gobierno corporativo es la flexibilidad: las organizaciones deben estar perfectamente dispuestas a adaptarse a los cambios del mercado y de la sociedad.
Órganos de gobierno
Los distintos órganos de gobierno desempeñan un papel esencial en el buen funcionamiento de una empresa. Ya hemos mencionado varios de ellos, como el Comité Ejecutivo y el Comité de Dirección.
Un buen gobierno corporativo implica que estos órganos clave se reúnan con regularidad, ya que facilitan la interacción entre las distintas partes interesadas para garantizar una toma de decisiones justa e informada.
¿Cuáles son las herramientas del gobierno corporativo?
Para garantizar un rendimiento óptimo en términos de gobierno corporativo, las empresas pueden utilizar diferentes tipos de herramientas.
Entre ellas se encuentran
- Software de gestión de documentos, porque es importante que todas las partes interesadas puedan trabajar e intercambiar un gran número de documentos, incluso a distancia,
- software de gestión de reuniones, para ayudar a gestionar las grandes reuniones,
- software de firma electrónica, como parte del movimiento hacia la desmaterialización y la transformación digital de las organizaciones,
- software de gestión de proyectos, para poner en práctica las acciones definidas en las reuniones del consejo de administración y supervisar la estrategia global,
- software de inteligencia empresarial, que apoya la toma de decisiones empresariales mediante el análisis de los datos de la empresa.
💡 Conviene saber: para evitar que las empresas se pierdan en la proliferación de herramientas (que además suelen ser costosas) y centralizar las funcionalidades esenciales, existen soluciones dedicadas al 100% al gobierno corporativo. Por ejemplo, la suite DiliTrust Governance es un servicio completo que le permite gestionar su gobierno corporativo a través de un portal dedicado y seguro. Incluye los módulos Portal del Consejo y Entidades Jurídicas, que facilitan la gestión de las reuniones de gobierno presenciales y/o a distancia, además de digitalizar y simplificar la gestión jurídica de las empresas de su grupo.
El gobierno corporativo en pocas palabras
El gobierno corporativo es un concepto complejo a primera vista, pero que todo tipo y tamaño de empresa necesita dominar, ya que es la garantía de una gestión sólida y eficaz.
Porque si concede tanta importancia al crecimiento como a la regulación y a las personas, se estará dotando de los medios para generar el máximo valor posible, de modo que pueda sobrevivir ante los nuevos retos económicos y sociales.