Los 12 mandamientos del espíritu empresarial
Como empresario, hay que evitar varios escollos. Sin ser alarmista, tampoco hay que ser demasiado optimista. Emprender es un camino largo y lleno de baches. Para tener éxito, hay que adoptar buenas prácticas contables y plantearse las preguntas adecuadas, en el momento oportuno y de forma pragmática.
- Cuando te lances a la aventura, reserva unos ahorros. Y evalúa tu situación financiera a lo largo del tiempo, para no quedarte sin dinero demasiado pronto.
- Habla con la gente sobre tu proyecto. Incluso cuando creas que se te ha ocurrido la idea del siglo. Porque al tratar de ocultarla, te estás privando de la opinión de los demás. El simple hecho de hablar con los demás le ayudará a reflexionar y puede ayudarle a encontrar una solución a muchos de sus problemas.
- Identifique cuanto antes a sus primeros clientes potenciales. Incluso con una oferta transitoria o temporal, porque tus clientes te harán crecer. Puedes iterar más adelante para afinar tu oferta. ¡Pero la prioridad es vender!
- Busca también socios. Casi tan importantes como tus clientes, te ayudarán a arrancar: recomendaciones, cooptaciones... Se convertirán en tus influencers y embajadores, o en tus colaboradores si trabajáis juntos para alcanzar mejor vuestros respectivos objetivos.
- Saca el máximo partido a tu red. Será uno de tus mayores activos. Red personal y profesional, red escolar, red de estudios... Identifica las oportunidades y los contactos adecuados, para que puedas posicionarte sabiamente y beneficiarte de ellos.
- Ponte en contacto con otros empresarios, organizaciones dedicadas a ello y quienes se dedican a prestar apoyo. Estas personas estarán familiarizadas con tus problemas y retos. Serán confidentes ideales para tus preguntas en ese momento, pero también serán buenos estimulantes para apoyarte cuando las cosas se pongan difíciles.
- Hazte visible en los lugares y momentos adecuados: foros de emprendedores, ferias, foros empresariales, etc. En persona en eventos, y en la web a través de las redes sociales. Sé activo: comunica tus progresos y muestra tus éxitos. La historia de éxito que crees será un argumento decisivo para convencer a tus futuros clientes y/o socios.
- Busque financiación. Existen multitud de planes de ayuda a la creación de empresas. Tienes que averiguar a qué ayudas puedes optar, en función de tu edad y de si estás o no en paro. También tienes que fijarte en los agentes locales: a veces la región ofrece programas.
- No te desanimes: habrá momentos en los que te sentirás decepcionado. Las cosas no saldrán como tú quieres. Los contratiempos inesperados te frenarán. El espíritu empresarial es una carrera de resistencia. La clave es seguir existiendo dentro de tres años. Mientras tanto, intenta mantenerte en pie, sin poner el listón demasiado alto.
- Separa tu vida personal de la profesional. No es fácil al principio, sobre todo porque tu negocio eres tú. Tanto si eres un empresario autónomo, un empresario individual (EI) o una sociedad de responsabilidad limitada (EURL), tu casa se convierte a menudo en tu lugar de trabajo. Aunque al principio esto no le suponga un problema, rápidamente puede tener un efecto perverso. Necesitas mantener un equilibrio: salir, ver a otras personas, coger un espacio de trabajo si lo necesitas. Pero no te aísles.
- Contrate a un buen contable. Se convertirá en tu socio clave para el éxito. Al principio, la gente intenta arreglárselas sola o mantener los costes bajos. Pero no hacerlo sería cualquier cosa menos estratégico.
- Equípate con las herramientas adecuadas. Al principio, te conformarás con Excel. Pero gastará mucho tiempo en una herramienta que sustituirá más adelante, porque se topará rápidamente con sus limitaciones: en términos de contabilidad (presupuestos, facturas), de gestión comercial o de herramientas de colaboración. Con un programa informático específico como Quickbooks, no sólo ahorrará mucho tiempo en tareas operativas, como la introducción de datos, el seguimiento de los pagos, etc., sino que también dispondrá de una herramienta de gestión fácil de usar. - sino que también dispondrá de una herramienta inestimable para la toma de decisiones. En el centro de su relación con su experto contable, una solución como ésta le facilitará tanto las tareas de apoyo que podrá concentrarse en lo realmente importante.
Al principio, todo gira en torno al Sistema D. Intenta hacerlo todo usted mismo, al menor coste posible. Pero pronto alcanzarás tus propios límites. Si no te rodeas de tu red, de un buen contable y de las herramientas adecuadas, a la larga te quedarás sin fuerzas. Sé razonable, sí. Pero, sobre todo, sé estratégico.