Optimización de las pruebas de rendimiento de las aplicaciones
Ante la creciente demanda de nuevas aplicaciones o actualizaciones, los ciclos de desarrollo están bajo presión. Cada vez son más cortos, y las pruebas de rendimiento diseñadas para validar las aplicaciones no son una excepción a la regla. Los desarrolladores y probadores se enfrentan a un reto que les pone bajo presión: producir y probar aplicaciones de forma rápida y eficaz. Necesitan replantearse su forma de hacer las cosas. Lea todos nuestros artículos sobre los retos de la supervisión informática.
El cuello de botella de los probadores
Antes, los probadores disponían de tres meses para probar las aplicaciones y dar su opinión a los desarrolladores. Hoy en día, este ir y venir entre desarrollo y control de calidad es prácticamente imposible. A menudo, los probadores sólo disponen de medio día para realizar sus pruebas de rendimiento. Incluso si las aplicaciones que hay que probar no son tan grandes como antes, todo va mucho más rápido.
El problema para el probador es: ¿cómo evitar convertirse en un cuello de botella en el ciclo de desarrollo de la aplicación? Los métodos ágiles y el ciclo V ofrecen algunas soluciones, pero no siempre son suficientes. Las aplicaciones deben poder probarse desde la fase de desarrollo.
Neoload, el software de monitorización desarrollado específicamente para probar el rendimiento de las aplicaciones móviles, ha hecho de esta cuestión su ADN. Neoload permite a desarrolladores y probadores trabajar en paralelo desde la fase de desarrollo de una aplicación. De este modo, los intercambios se producen en tiempo real y se optimiza el ciclo tradicional: desarrollo, control de calidad y fase de producción. De este modo, se evita, o al menos se minimiza, el cuello de botella para el probador.
Pruebas sobre la marcha
La reducción del ciclo de desarrollo de aplicaciones es el resultado de la creciente demanda del mercado. Los equipos empresariales quieren sus aplicaciones cada vez más rápido. En cuanto a los usuarios, tienen muy poca paciencia. Si una aplicación no funciona bien, no volverán a ella. Así que la presión recae en el desarrollador y luego en el control de calidad.
Esta es la razón por la que se han desarrollado métodos como Shift Left y DevOps: para permitir que las pruebas de rendimiento se lleven a cabo al principio del desarrollo, incluso cuando la fase 1 está en marcha. Y también para romper las barreras que solían existir entre los que hacen el desarrollo y los que hacen las pruebas. Para ello, es necesario probar el rendimiento de una aplicación desde el principio, lo más cerca posible de las condiciones en las que se utilizará realmente.
Este es uno de los grandes puntos fuertes de Neoload: permite crear usuarios virtuales para simular casos de uso reales. De este modo, probadores y desarrolladores podrán, por ejemplo, observar el comportamiento de la aplicación y los tiempos de respuesta cuando varios usuarios están conectados. Neoload agilizará así el ciclo de desarrollo desde el principio, permitiendo detectar problemas técnicos que probablemente no se habrían detectado hasta muy avanzada la fase de pruebas. O incluso sólo durante la fase de producción.
La presión de la empresa
Hoy en día, las aplicaciones móviles deben actualizarse a diario o, como mínimo, semanalmente. Los sitios de comercio electrónico, por ejemplo, están obligados a ofrecer a sus clientes nuevas aplicaciones con regularidad. Y no olvidemos que la aplicación también se ha convertido en un canal de comunicación con los usuarios. Las campañas de marketing, las promociones, etc. se realizan a menudo a través de este canal.
Y estas acciones sólo van a aumentar en volumen y recurrencia. Los ciclos de desarrollo, que ya son muy ajustados, pronto lo serán aún más. Serán prácticamente just-in-time. El desarrollo sobre la marcha desempeñará pues un papel esencial en el despliegue de las aplicaciones del futuro.
Permitirá detectar antes los problemas. Por tanto, contribuirá automáticamente a reducir los costes de desarrollo evitando, por ejemplo, que una aplicación inadecuada llegue a la fase de control de calidad y sea rechazada. Para lograrlo, es necesario poder crear y diseñar fácilmente numerosos scripts de prueba. Esto es lo que ofrece Neoload, gracias a su interfaz dinámica y fácil de usar.
Los distintos escenarios de la ruta del cliente pueden integrarse rápidamente y ponerse a disposición de todos. Gracias a esta funcionalidad, se pueden crear más pruebas con mayor rapidez. Esto permitirá una validación continua del rendimiento de la aplicación. Además, el sistema de informes que ofrece Neoload se presenta en forma de resultados fáciles de leer, lo que permite adoptar rápidamente medidas correctivas.
Ante la presión del mercado, el ciclo de desarrollo de una aplicación móvil se acortará aún más. Los desarrolladores y probadores tendrán aún menos tiempo para optimizar el rendimiento de las aplicaciones antes de que pasen a producción. Por tanto, tendrán que intercambiar información desde el principio y colaborar en todas las fases del desarrollo. Así podrán seguir entregando aplicaciones que ofrezcan la mejor experiencia de usuario.