Auditoría contable: La clave para mostrar la transparencia de tu empresa
La auditoría contable, también llamada auditoría financiera, es una práctica común en contabilidad que permite legitimar la información contable de una empresa y ayuda a la toma de decisiones.
Si quieres demostrar la transparencia de tu sociedad y aportar fiabilidad a terceros, conocer y realizar dicho ejercicio es esencial.
En este artículo, descubre todos los detalles de esta praxis y cómo hacer una auditoría contable.
¡Comenzamos!
Auditoría contable: definición
Empecemos por el principio, conociendo el significado de auditoría.
¿Qué es una auditoría?
Si buscamos entre los sinónimos de “auditoría”, podemos encontrar “examen”. Del mismo modo, cuando hablamos de “examen”, podemos referirnos tanto a un “ejercicio” como a una “investigación”.
Pues bien, una auditoría es justamente eso: una práctica que consiste en revisar algún asunto de una compañía.
Según la RAE, es la
revisión sistemática de una actividad o de una situación para evaluar el cumplimiento de las reglas o criterios objetivos a que aquellas deben someterse.
Ahora que ya está claro este concepto, ¡vamos a ver en qué consiste una auditoría contable!
¿Qué es la auditoría contable y financiera?
Siguiendo con las definiciones de la RAE, una auditoría contable consiste en una
revisión y verificación de las cuentas y de la situación económica de una empresa o entidad.
En otras palabras, una auditoría contable es el proceso de controlar y evaluar minuciosamente las cuentas de una sociedad en un momento determinado.
¿Cuál es el objetivo de la auditoría contable?
La auditoría económica tiene como objetivos:
- Comprobar que la declaración contable de una empresa corresponde con la realidad y la actividad de ésta.
- Verificar que la documentación cumple con las legislaciones y las normativas contables vigentes del país.
- Detectar fraudes, errores u omisiones.
- Medir los procedimientos operativos para determinar si son correctos y eficientes.
💡 El marco legal en la Unión Europea está regido por las NIIF, las Normas Internacionales de Información Financiera.
¿Por qué es importante una auditoría contable?
Realizar auditorías contables es muy recomendable puesto que aporta distintos beneficios tanto a nivel interno como a nivel externo:
- Por ejemplo, controlar regularmente las cuentas anuales evita caer en pequeñas irregularidades fiscales que, de otro modo, podrían pasar por alto y provocar algunos dolores de cabeza.
- Por otro lado, las auditorías permiten detectar puntos de mejora en la actividad económica de la empresa y, por lo tanto, dan la posibilidad de trabajarlos y transformar la empresa en un negocio más eficiente.
- Además, auditar los estados financieros garantiza una mayor transparencia de cara a terceros que puedan mostrar interés en la situación de la entidad (por que quieren invertir en ella, por ejemplo).
Auditoría interna vs. Auditoría externa
Teniendo en cuenta la persona (o empresa) que realiza el control, existen dos tipos de auditoría:
- La auditoría interna, llevada a cabo por un profesional de la empresa.
- La auditoría externa, llevada a cabo por un profesional independiente a la empresa.
Ambos servicios son válidos y habituales. La elección de una u otra puede depender de distintos factores.
¿Cómo hacer una auditoría de contabilidad?
La auditoría contable es realizada por un profesional cualificado para ello que pueda avalar experiencia en el tema.
El proceso de auditoría consta de tres fases:
- Planificación,
- investigación,
- emisión del informe.
Antes de descubrirlas, es importante destacar que en una auditoría de cuentas anuales, la más habitual, los documentos a revisar serán aquellos que reflejan la contabilidad financiera de una empresa:
- El Balance General,
- la Cuenta de Resultados,
- el Estado de Cambios en el Patrimonio Neto,
- el Estado de Flujos de Efectivo,
- la Memoria.
💡 A dichos documentos se los conoce como “estados financieros”.
Etapa 1: Planificación
En esta primera fase, la persona encargada de realizar la auditoría (llamada auditor o auditora) concreta la estrategia que va a marcar el proceso de revisión y control de las cuentas.
Dependiendo de la empresa, de su tamaño y de los procesos que trabaja, puede ser menos o más laborioso realizar una auditoría.
Esta etapa es imprescindible para conseguir conocer la empresa y llevar a cabo la auditoría eficientemente, así como para detectar posibles riesgos potenciales a los que prestar atención.
Etapa 2: Ejecución
Una vez elaborada la planificación y los riesgos, es el momento de realizar la auditoría en base a lo establecido.
Si el auditor precisa información más allá de aquella plasmada en las cuentas anuales, se le deberá proporcionar.
Etapa 3: Emisión del informe
Por último, una vez realizada la investigación, el auditor deberá emitir un informe de evaluación de las cuentas.
En él, deberá expresar su opinión, la cual estará basada en los hechos y evidencias encontrados después del análisis.
Tipos de opinión en una auditoría
Y con el informe, llega el verdecito: la opinión del profesional que ha llevado a cabo la auditoría.
Dicha opinión va a mostrar el grado de acuerdo del auditor con la información contable proporcionada por la empresa.
Se pueden dar cuatro casos diferentes:
1. Opinión limpia o sin salvedades
También llamada opinión favorable, es el mejor veredicto.
En este caso, las cuentas analizadas están en consonancia con la actividad de la empresa. Por lo tanto, se basan en principios contables aceptados, la normativa establecida y estas se identifican con el año anterior.
2. Opinión con salvedades
En este caso, la evaluación general es positiva; sin embargo, existe alguna desviación que impide una opinión favorable.
Por ejemplo, la opinión con salvedades puede darse en caso de falta de información o pequeños errores referentes a la normativa.
3. Opinión desfavorable
Si la opinión es desfavorable, quiere decir que el auditor ha detectado numerosas desviaciones o errores en la información o la aplicación de la normativa. Esto provoca que las cuentas anuales pueden resultar no ser fieles a la situación de la empresa.
También puede llamarse opinión adversa u opinión negativa.
4. Opinión denegada
Por último, si el auditor manifiesta una opinión denegada, quiere decir que se abstiene a decir un veredicto debido a la falta de evidencias significativas. Vaya, que el profesional no ha tenido suficientes recursos para determinar si las cuentas anuales proporcionan una imagen fiel a la situación de la empresa.
Aspectos legales de una auditoría contable
Normativas vigentes
De igual manera que para elaborar las cuentas anuales una empresa debe regirse por la normativa de su país, las auditorías también deben respetar ciertas normas.
En ese sentido, en España existe el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), el organismo encargado del control de la actividad auditora.
Por otro lado, también existen las NAGA (Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas), los principios fundamentales que se deben seguir a la hora de realizar una auditoría.
💡 A nivel internacional, las NAGA se corresponden con las ISA (International Standards on Auditing).
Obligación en las empresas
Existen ciertos criterios que determinan la obligatoriedad de realizar auditorías en las empresas, ya sean públicas o privadas.
Según la legislación española, deberán auditar todas las empresas que, durante dos ejercicios consecutivos, manifiesten dos de estos requisitos:
- Tener más de 50 empleados.
- Tener un activo superior a 2,85 millones de euros (año).
- Tener una cifra de negocios superior a 5,7 millones de euros (año).
Si una empresa no reúne al menos dos de estos tres requisitos, no estará en la obligación de hacer una auditoría. Sin embargo, seguirá siendo un ejercicio muy recomendable.
Y tú, ¿ya lo has puesto en práctica?